martes, 7 de julio de 2009

TREKKING PICO ORIENTAL RUTA CACHIMBO

El 4 de Julio, desperté por el cantar de la lluvia, eran las 4:30 a.m. por un momento pensé que nuestra travesía no podría ser realizada. Subiendo a la cumbre el tiempo es extremadamente inestable. Mi imaginación recreaba el agua al bajar con gran velocidad por el camino que debíamos transitar.

Gunther se asustó por el mal tiempo y me escribió diciéndome que no iría – Diablo está lloviendo, yo arrugo – fueron sus palabras. “El Montañista No Le Teme a La Lluvia”, fue mi respuesta – esperemos que escampe y en cuanto levante el Sol le damos - , contesté reafirmando que haríamos el Trekking. Orlando que se había quedado en casa para salir temprano y no hacer desviaciones en la ruta, contemplaba conmigo la pequeña tormenta.

Por un momento pensamos que no podríamos realizar la aventura, ya que como a las 6:00 a.m. arreció la lluvia, sin embargo alas 7 ya estaba suave y decidimos salir.

Avisé a Mara quien impaciente esperaba mi llamada, ella es de Puerto Píritu y vino especialmente a este Trekking. De hecho este se preparó a petición de ella. Así que el entusiasmo se asía sentir.

Pasamos buscando a Antonio, quien desde temprano nos esperaba en una estación del metro, luego fuimos por Gunther al lugar donde los sin vida no tienen retorno y por ultimo Mara.

Los deje en Cachimbo y fui a estacionar en el Humboldt. El regreso fue en Taxi, tal como lo habíamos planeado.

Para este Trekking la invitación fue abierta, sin embargo en la invitación al evento, insistí que solo podían participar gente con buen entrenamiento aeróbico y con experiencia realizando rutas largas en montaña. Muchos indicaron que asistirían sin embargo solo 4 participaron.

Sin más preámbulo iniciamos el calentamiento, fotos iniciales y comenzamos el ascenso. Los primeros pasos son los mas difíciles, ya que el cuerpo comienza un proceso de adaptación; falla la respiración, aparecen dolores por todas partes y los primeros pensamientos son parar y regresarte. Los que logran rebasar esta barrera normalmente logran llegar a su destino.

En la medida que el cuerpo aumenta su temperatura y la adrenalina invade nuestro cuerpo, el cuerpo va respondiendo mejor. Así que poco a poco fuimos avanzando, algunas paradas cortas para descansar y tomas fotográficas. Caracas poco a poco se hacia cada vez mas pequeña. Pero mas grande la capacidad para ver toda la ciudad.

El estribo duarte se ve muy bien por esta ruta, mostrando un duro camino, excelente para el entrenamiento en montaña. También la quebrada Tocomé adorna el paisaje, un verde intenso caracteriza a la zona, esto debido a las constantes precipitaciones que ocurren casi a diario.

En 1:30 min., llegamos a La Piedra del Indio, una roca Volada de Gran Tamaño, ideal para las fotos mas extremas. Todos posamos para el Lente, y así dejar constancia de nuestra aventura.

Un refrigerio fue la excusa para descansar un poco más, sin embargo antes que el cuerpo entrara completamente en reposo, iniciamos la marcha. Minutos atrás encontramos a un montañista de la tercera edad, conocedor de la montaña y con muy buena salud, ejemplo para muchos, que demuestra lo importante de la actividad física para estar saludable, este amigo difícilmente sufra de problemas cardiacos y su energía nos contagia y anima a seguir disfrutando de nuestra Gran Montaña Mágica.

Mara por su parte, se encontraba prácticamente en éxtasis debido a la belleza del paisaje. No paraba de decir lo hermoso de todo lo que estaba viviendo. Y verdaderamente la magia de la montaña te invade y deseas estar allí todo el tiempo, se forma una especie de cordón umbilical entre la montaña y tú, por donde te transmite toda su energía y sientes la necesidad de estar siempre en su regazo.

Continuamos nuestro recorrido, llegamos a la intersección con la ruta que lleva a Paraíso, un lugar de encanto con una excelente cascada. Ya tenemos planeado realizar un paseo a este sitio de ensueño. Trekking en el cual podrán participar personas con poco entrenamiento.

La ruta que lleva al Oriental tiene duras pendientes, varia entre tierra y rocas. De lejos se ve un pico que normalmente para los no conocedores de la ruta, es confundido con el Pico Oriental, y al llegar a él, el desencanto se hace presente al saber que no era la meta y al visualizar lo que aún falta para poder hacer cumbre. Ese Pico es Cabeza de Elefante, que con pasos firmes y poco descanso llegamos a él. Allí realizamos una parada para descansar un poco y hacer buenas tomas fotográficas como la del Esquiador de Piedras.

Minutos mas tarde, estábamos cercanos a entrar al bosque que precede al Oriental – cuando entremos allí, no pararemos hasta un solar que podemos descansar – fueron mis palabras, ya que 2 días antes, en la revisión de la ruta, había tenido un encuentro cercano con una serpiente, que debido a mi reacción rápida no logró atinar su ataque. Fue un momento intenso. El Ávila, como cualquier montaña, tiene gran variedad de especies, entre estas las serpientes, pocas veces se pueden ver, ya que el ruido las pone al resguardo, sin embargo ese día, no transitaba ningún montañista, solo el que escribe estas líneas. Así que mi amiga se encontraba de lo mas tranquila tomando el sol y yo haciendo saltos para ir más rápido, aterrice casi sobre de ella, así que no le quedó otro camino que atacarme. Afortunadamente logre esquivar su ataque, y no pasó más de un Gran Susto.

Así que debido a mi encuentro, les indique que no pararan, que mantuvieran un paso constante hasta llegar al solar. Así se hizo y al llegar a ese sitio despejado, tomamos un merecido descanso. 5 minutos fueron suficientes para recuperarnos y continuar nuestra travesía.

Pasamos por el árbol abuelo, una planta que por la cantidad de líquenes, parecía un anciano. Varias fotos para conservar este recuerdo y proseguimos. Paradas cortas, fotos, un chiste, una anécdota, nos llevaron hasta La Cruz de Los Palmeros, 5 horas fueron utilizadas para llegar a esta etapa.

La Cruz nos recibió y nuestro entusiasmo fue nuestra ofrenda para esta primera meta. Allí descansamos, almorzamos, realizamos Yoga y Tai Chi.

Luego de 30 min. de disfrutar del paisaje que nos ofrece la altura, proseguimos para llegar al punto más alto del Oriental y poder Gritar “CUMBRE”, un tubo en el suelo nos indica que llegamos. Celebración y muchas fotos nos ocuparon varios minutos.

Continuamos sin demora, ya que comenzaba a atardecer y nos encontrábamos lejos de nuestra meta final. El descenso por el Oriental, es uno de los más duros, pero con paso firme y sin apuros logramos llegar a la Silla y de allí rumbo al Occidental.

En la roca volada, realizamos varias tomas. Rápido, Rápido que se nos hace el tiempo. La parada fue bastante corta pero reconfortante, ya que desde allí la vista es espectacular. No logramos ver la Guaira, ya que las nubes no lo permitieron.

Sin darnos cuenta estábamos en Lagunazo, observamos algunas carpas y bajamos rápidamente hasta el punto de agua, allí nos hidratamos con suero y aceleramos el paso para llegar al Humboldt.

Nos tocó encender las linternas y compactar el grupo para poder descender hasta el tanque, guao que lento fue este descenso, ya que la visibilidad era muy difícil debido a la oscuridad.

En el tanque iniciamos una buena subida que nos llevó hasta la parte posterior de Humboldt.

10 horas duró la travesía hasta este punto, La Ruta completa fue: Cachimbo, Piedra del Indio, Cabeza de Elefante, Pico Oriental, La Silla, Pico Occidental, Lagunazo, Pico Ávila y Humboldt. 3 picos conquistados y la satisfacción de haber realizado Cumbre fue el resultado de este Mega Trekking.